Pesaj (Pascua judía) |
Desde pequeños, aquellos que hemos recibido algún tipo de educación
cristiana y hemos asistido a misa, hemos estado repitiendo un gesto que
supuestamente Jesús hizo la última noche antes de ser entregado a las
autoridades. Según lo que se cuenta en tres de los Evangelios, éste partió
el pan y repartió el vino entre sus discípulos, diciendo que eran su cuerpo y
su sangre, y que ésto habría que hacerlo en memoria suya.
Aunque la mayoría de los textos en los que podemos encontrar la
institución de la Eucaristía son muy parecidos, sí hay una serie de matices
que merecen la pena comentar.
La comensalidad en la cultura judía
Los banquetes tenían una gran resonancia y un gran significado social en
el mundo judío, como se puede apreciar por la frecuencia con que
aparecen tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Sentarse a la
misma mesa es signo de amistad, de comunión, de familia, de pertenencia
a un grupo, a una comunidad, a una religión. Por eso era tan importante
salvaguardar la pureza y se tenían muy en cuenta los límites y el denso
capítulo de restricciones para no poner en peligro estos valores tan
fundamentales para este grupo. Un pueblo tan celoso de su identidad y de
su pureza, como es el pueblo judío, preserva y asegura, a través de las
reglas de la mesa y de la comida, su identidad y exclusividad ante el riesgo
de mestizaje con los otros pueblos. Las reglas de la mesa y de la comida
normalmente reflejan y sostienen el orden interno, los valores y la
jerarquía existentes en un grupo social (1 Cor 8,10-13).
Romper estas pautas era situarse en la marginalidad, perder la
honorabilidad. Los banquetes de Jesús y de las primeras comunidades
cristianas, particularmente la Eucaristía, se sitúan en este contexto. Jesús,
cuando es invitado, no tiene en cuenta la procedencia, la condición social,
religiosa o moral de quien le invita. Su comportamiento es una amenaza
para el orden social vigente. Conculca las reglas de la comensalidad, tan
importantes para la pervivencia de aquel sistema. Por eso mismo la
reacción de los dirigentes, de los grupos defensores y guardianes de la Ley
son prontas y duras en muchas ocasiones. Jesús acepta las invitaciones de
gente que se consideraba impura, como los publicanos y pecadores. Los
judíos, para evitar la impureza legal, no podían aceptar la invitación de
gente corriente.
La discrepancia de Jesús en las reglas de la mesa abarca también a la
distribución y colocación de los invitados, atentando así contra la
jerarquización rígida que existía en el mundo judío donde era muy
importante plantearse con quién se come y dónde se sienta cada uno.
Jesús rompe esta dinámica e introduce otros criterios.
Invita a la gente a que ocupe los últimos lugares y no pugne por estar en
los sitios de mayor relevancia (Lc 14,7-10), mostrando que en la mesa de la
comunidad cristiana, el presidente de la misma ha de ser el que sirva a la
comunidad (Jn 13,4-15; Lc 22,24-30).
En resumen, la Eucaristía, la Cena del Señor, es un banquete, aunque la
realidad de la misma trasciende este nivel y tiene otras dimensiones muy
importantes y significativas: memorial, sacrificio, sacramento, etc.
Para comprender la entraña del banquete de la Eucaristía es importante
conocer el contexto, el significado, el valor y la importancia de los
banquetes en la Palestina del siglo I.
Nota: A partir de este punto, pasamos a analizar los pasajes que hablan de la última cena en la Biblia, reservándonos cualquier tipo de opinión al respecto sobre su fiabilidad o veracidad. Sólo analizamos los textos de los que disponemos, sin ningún juicio de valor.
La última cena
La versión de la llamada última cena de Jesús que nos ha llegado desde los
evangelios o San Pablo, nos habla de un ambiente festivo, de ahí que en la
mesa hubiera vino. Es por ello que se haya abierto un debate sobre si ésta
última cena no sería una cena Pascual judía. Entre los propios Padres de la
Iglesia había esta discusión que se ha ido transmitiendo con el paso de los
siglos. La Iglesia Occidental sigue la tradición sinóptica, es decir, que era
una cena pascual; en cambio, la Oriental se apoya en la versión dada por
Juan. San Pablo pasa de largo del tema, diciendo simplemente que fue
celebrada la noche antes de ser entregado.
Las cuatro versiones que tenemos sobre la Eucaristía son muy similares
aunque con matices. Todas nos hablan de los ritos judíos de comensalía,
como es la bendición de los alimentos, la fracción del pan o la circulación
de la copa de vino.
Las diferencias vamos a comentarlas a través del análisis de los textos.
La eucaristía en los textos
El banquete de la Alianza en el Sinaí (Ex.24.4-11):
Se narra el pacto o alianza que realizó Dios con Moisés en el Sinaí. Moisés
mandó hacer sacrificios y comunión para Yahve. Hizo una libación de
sangre sobre el altar y sobre el pueblo, leyendo el libro de la alianza.
“Esta es la sangre de la Alianza que Yahveh ha hecho con vosotros, según todas estas palabras”.
Luego, Moises subió junto a otros notables y vieron a Dios y comieron con
él.
El banquete escatológico: (Is. 25.6-8: (Deut.) Is. 55.1-3):
Yahve hará un banquete con manjares, consumirá el velo que cubre todos
los pueblos, consumirá a la muerte definitivamente. Dios dice al pueblo
que va a firmar con ellos una alianza eterna: las amorosas y fieles
promesas hechas a David.Para los cristianos esta alianza y derramamiento de sangre, esta alianza
eterna que se extiende entre Dios y todos los hombres, llega con
Jesucristo.
La abundancia de pan y vino de la Sabiduría:
La morada será la casa de Yahve a lo largo de los días.
Y al falto de juicio le dice:
“Venid y comed de mi pan, bebed del vino que he mezclado; dejaos de simplezas y viviréis, y dirigíos por los caminos de la inteligencia”.
Institución de la Eucaristía Mc 14, 22-25:
En el evangelio de San Marcos, se habla de la institución de la Eucaristía
tal y como nos ha llegado a nosotros. Es decir, Jesús partió el pan y lo
repartió entre los comensales, y les repartió también el cáliz para que
bebieran de él, diciendo respectivamente:
“Tomad, éste es mi cuerpo.” “Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos.”
Después, Jesús añadió que no volvería a beber vino hasta que no esté con
su padre en los cielos y beba con él. Es decir, está anunciando su muerte
inminente.
Institución de la Eucaristía
Mc 14, 22-25:
En el evangelio de San Marcos, se habla de la institución de la Eucaristía
tal y como nos ha llegado a nosotros. Es decir, Jesús partió el pan y lo
repartió entre los comensales, y les repartió también el cáliz para que
bebieran de él, diciendo respectivamente:
“Tomad, éste es mi cuerpo.” “Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos.”
Después, Jesús añadió que no volvería a beber vino hasta que no esté con
su padre en los cielos y beba con él. Es decir, está anunciando su muerte
inminente.
Mt 26, 26-29:
El evangelio de Mateo relata exactamente igual la institución de la
Eucaristía que Marcos.
1 Cor, 23-25:
La primera carta a los Corintios de Pablo es el texto más antiguo que
tenemos de la consagración del pan y el vino. Además, San Pablo es el
primero que nos recuerda que el hombre nace con un pecado original:
“[..] Este es mi cuerpo, que se da por vosotros [..]”
Es decir, Jesús se entrega por nosotros, para que redimamos el pecado
original que tenemos desde el nacimiento. Además, en Pablo hay algo que
no hay en los evangelios de Mateo o Marcos, pero sí en Lucas:
“[..] haced esto en memoria de mí [..]”
Aquí estaríamos hablando de la instauración de la Eucaristía propiamente
dicha, ya que en los anteriores evangelios Jesús reparte el pan y el vino
pero no pide expresamente a sus discípulos que continúe con éste gesto.
En cambio aquí sí. Quiere que los futuros “cristianos” repitan este gesto
como recuerdo de lo que hizo él.
Bibliografía
- Eucaristía y banquete mesiánico. J. MARTÍNEZ-PINNA (coor), Mito y Ritual en el Antiguo Occidente Mediterráneo, Málaga, 2002, 161- 182
- Eucaristía en sus textos. Rafael Chenoll Alfaro
- http://sintesis.blogspot.com/2009/05/la-eucaristia-en-san-pablo-cuerpo-de_13.html. La Eucaristía en san Pablo: “Cuerpo de Cristo, Cuerpo de la Iglesia”
- La Eucaristía, el banquete de los pobres. Xosé Xulio Rodríguez. Revista “El Prado” no171.
- http://rsanzcarrera2.wordpress.com/2007/06/28/rito-de-la-cena-fuentes-judias/ . Rito de la cena judía.
Cristina Acero Domínguez
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